Crecen las dudas sobre el accidente náutico que terminó con la vida de Gustavo Ibarra

El hallazgo del cuerpo de Gustavo Fabián Ibarra, un policía santafesino de 39 años, volvió a poner en primer plano un episodio que mantiene en vilo a la familia desde fines de noviembre. El cadáver fue encontrado este miércoles por la tarde flotando en aguas del río Paraná, en la zona ubicada detrás de la Isla de los Mástiles y frente a Capitán Bermúdez. La confirmación de su identidad reabrió una serie de interrogantes que aún no encuentran explicación.

Ibarra había desaparecido tras un choque náutico ocurrido entre la noche del 23 y la madrugada del 24 de noviembre, cuando navegaba junto a una amiga frente a la ciudad de San Lorenzo. Según su acompañante, María Soledad M., la embarcación en la que viajaban habría sido embestida por otro buque de mayor porte. Afirmó que en el momento del impacto ella se encontraba en el camarote inferior y que, al subir, la lancha ya estaba semihundida y su compañero no estaba a la vista.

La declaración, sin embargo, dejó más dudas que certezas. La mujer no pudo precisar qué tipo de embarcación los chocó, no vio señales luminosas ni maniobras previas, y tampoco logró identificar la dirección desde la que habría provenido el golpe. Además, hasta hoy no hay rastros de la lancha en la que ambos navegaban, un elemento clave que podría aportar datos sobre la violencia del impacto o la mecánica del siniestro.

María Soledad M. logró sobrevivir tras nadar hasta la isla, donde fue asistida por pescadores que la encontraron en estado de shock y con síntomas de hipotermia. Su testimonio es, por el momento, la única reconstrucción directa del episodio, pero deja abiertos numerosos interrogantes: ¿cómo fue exactamente el choque?, ¿qué embarcación estuvo involucrada?, ¿por qué la lancha no apareció?, ¿cuánto tiempo pasó entre el impacto y el hundimiento?.

El cuerpo de Ibarra será sometido a autopsia en el Instituto Médico Legal para intentar determinar la causa de muerte y establecer si presenta lesiones vinculadas al supuesto choque o si hubo otros factores que pudieron intervenir antes o después de caer al agua.

La investigación está en manos del fiscal federal Agustín Mori, quien analiza distintas hipótesis que van desde un accidente provocado por una maniobra imprudente hasta un hecho con circunstancias aún no esclarecidas. Aunque Ibarra se encontraba en disponibilidad por una causa judicial en Buenos Aires relacionada con tenencia ilegal de un arma y valores no declarados, por el momento no existen indicios que vinculen su situación personal con el episodio en el río.

La ausencia de la embarcación, la falta de testigos directos y un escenario fluvial de difícil lectura convierten el caso en un rompecabezas aún incompleto. Con el hallazgo del cuerpo, la investigación entra en una etapa clave: responder qué ocurrió realmente la noche en que el río Paraná volvió a ser escenario de un misterio.