La desaparición del niño Loan el 13 de junio se ha convertido en un caso emblemático de encubrimiento, contradicciones y sospechas. Según altas fuentes del expediente, los fiscales Guzmán, Mangano y Colombo consideran que el nivel de ocultamiento observado en el caso sugiere un asesinato más que un accidente. Para ellos, la postura activa de los acusados para ocultar los hechos es incompatible con un suceso accidental y denota un intento deliberado de aprovechar la falta de pruebas concluyentes.

Las llamadas sospechosas
El rango horario entre las 13:52 y las 14:25 es clave para los investigadores, quienes identificaron dos llamadas particularmente sospechosas:

14:09 horas: Daniel Ramírez, ubicado en el naranjal, llamó a su hermana Mabel Ramírez. La conversación duró más de ocho minutos.
14:24 horas: Antonio Benítez contactó a Laudelina Peña, quien, según testimonios, estaba aislada del resto de los comensales en la casa de Catalina. La charla duró más de nueve minutos.

Ambas llamadas, según los fiscales, parecen estar relacionadas con los eventos que rodearon la desaparición de Loan.

Actividad inusual en los celulares
Un gráfico elaborado por la Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos (DAJUDECO) muestra una intensa actividad telefónica entre las 14:50 y las 15:35 horas, con once llamadas registradas entre los celulares del marino Carlos Pérez y María Victoria Caillava. Finalmente, a las 15:37, Caillava llamó a la Policía de Corrientes tras hablar con su marido.

Sin embargo, la Policía llegó recién cerca de las 18:00, dejando un amplio margen temporal en el que se pudo haber manipulado evidencia.

Las contradicciones de Antonio Benítez
Antonio Benítez, señalado como la última persona adulta que estuvo con Loan, ha dado versiones contradictorias sobre los momentos en que perdió contacto con el niño. Inicialmente afirmó haberle pasado una naranja pelada; en otra versión, mencionó estar con los sobrinos de Ramírez y Mónica Millapi.

Los fiscales también señalaron que Benítez regresó a la casa de Catalina alrededor de las 18:00 horas, sin la remera que llevaba durante el almuerzo y visiblemente agitado. Ni la remera ni el cuchillo que usaba para pelar naranjas fueron encontrados.

Encubrimiento y silencio
Además de Benítez, están imputados por sustracción y ocultamiento Laudelina Peña, Daniel “Fierrito” Ramírez, Mónica Millapi, María Victoria Caillava y Carlos Guido Pérez, junto al comisario Walter Maciel, acusado de encubrimiento. Todos han mantenido silencio o proporcionado versiones inconsistentes, reforzando la hipótesis de un encubrimiento deliberado.

Los fiscales consideran que las explicaciones de los acusados, incluyendo la clásica “me di vuelta y ya no estaba”, son insostenibles frente a las pruebas reunidas, como las geolocalizaciones de los teléfonos y los testimonios.

Un caso que sigue sin respuestas
A pesar de que más de cien testigos declararon, ninguno ofreció información concreta sobre el paradero de Loan. La única versión proviene de Laudelina Peña, quien fue acusada de plantar pertenencias del niño en el barro mientras fingía buscarlo. El caso, marcado por omisiones y pistas inconclusas, sigue sin resolver el destino de Loan.