Celulosa Argentina comunicó a la Comisión Nacional de Valores su decisión de presentarse en concurso preventivo de acreedores, de acuerdo con lo establecido por la Ley Nacional 24.522 y lo resuelto en el Acta de Directorio N° 1741.
La medida representa un nuevo foco de tensión para la economía regional, en un contexto donde la agroindustria y el entramado productivo del Cordón Industrial atraviesan dificultades crecientes.
El antecedente inmediato es el concurso de Vicentin, iniciado hace casi seis años y considerado el más extenso y complejo de la historia reciente. En ese caso, el patrimonio de la compañía agroexportadora se redujo drásticamente y actualmente sólo alcanza para cubrir alrededor del 22% de las deudas reconocidas, lo que generó fuertes pérdidas para acreedores y trabajadores.
El ingreso de Celulosa Argentina a un proceso judicial de similares características abre interrogantes sobre su capacidad de sostener operaciones y el nivel de recuperación que podrían alcanzar los acreedores. El pasivo de la empresa aún no fue dimensionado en su totalidad.