El comisionado del Departamento de Seguridad Pública de Utah, Beau Mason, explicó este jueves que el presunto asesino de Charlie Kirk ingresó sin obstáculos a la azotea de un edificio de la Universidad del Valle de Utah antes de efectuar el disparo mortal. Según detalló, el campus tenía pasillos abiertos y carecía de puertas cerradas, lo que facilitó el acceso del atacante.

La investigación determinó que el hombre huyó hacia un bosque cercano, donde fue hallado un rifle involucrado en el crimen. Posteriormente, las cámaras de seguridad registraron cómo escapaba saltando hacia una zona de césped y atravesando el estacionamiento de la institución educativa.

Las autoridades locales destacaron que se encuentran destinando todos los recursos disponibles para dar con el responsable. “La investigación avanza y no pararemos hasta llegar al culpable”, sostuvo Mason en conferencia de prensa, acompañado por el director del FBI, Kash Patel, y el gobernador de Utah, Spencer Cox.

El perfil del tirador aún no fue confirmado, aunque los investigadores remarcaron que en Utah es común la práctica de tiro deportivo y de caza. El disparo fue ejecutado desde aproximadamente 160 metros de distancia.

El FBI difundió un video donde se observa al sospechoso vestido de negro, con gorra y mochila, alejándose del campus. Además, se publicaron seis fotografías en las que se lo ve con gafas oscuras, un jean azul, zapatillas claras y una remera con una bandera similar a la de Estados Unidos. La agencia federal ofreció una recompensa de hasta 100.000 dólares por información que permita localizarlo.

Cox denunció que en paralelo circula desinformación difundida por actores externos que buscan fomentar la violencia. En tanto, el principal agente del FBI en Salt Lake City, Robert Bohls, aseguró que toda colaboración ciudadana resulta “vital” para identificar y capturar al autor del ataque.