Se realizaron quince allanamientos en distintos inmuebles de las localidades de Casilda, Rosario y Chabas por vínculos al narcotráfico y lavado de activos. La investigación fue efectuada por Gendarmería, en conjunto con la AIC y Policía de Santa Fe.
La red delictiva poseía como sustento económico la venta de estupefacientes, vinculada a personas encargadas de “lavar” el dinero obtenido.
El objetivo era reinsertarlo al circuito económico legal por medio de carreras de caballos, comercios, alquileres, autos, restaurantes, etc.