El empate 1 a 1 entre Rosario Central y Banfield de este domingo en el Gigante de Arroyito quedó marcado no solo por el resultado, sino por los disturbios protagonizados por un grupo de hinchas de Central tras el primer gol del encuentro. A los 26 minutos, luego de que Leandro Garate pusiera en ventaja a Banfield, se desató un incidente en la tribuna popular de Regatas cuando hinchas arrojaron una bomba de estruendo cerca del arquero rival, Facundo Sanguinetti, lo que obligó al árbitro a detener el partido momentáneamente.

Sin embargo, lo que más ruido generó fue la aparición de dos jóvenes en la tribuna con un cartel que decía: "No respetamos a nadie". Ambos hinchas, con el rostro cubierto, vestían camisetas auriazules que llevaban la inscripción "Samuel siempre presente" en la espalda, en referencia a Samuel Medina, alias “Gordo Samu”, el yerno de Ariel Máximo "Guille" Cantero, líder de la banda Los Monos, quien fue asesinado a balazos el pasado 1 de octubre en la zona norte de la ciudad.

La bandera no solo contenía el provocador mensaje, sino también la frase "Siempre mono, nunca sapo", utilizada habitualmente por la barra brava de Boca Juniors, La 12. Esta vinculación al ambiente de la barra brava de Rosario Central elevó el clima de tensión en las tribunas, especialmente porque en los últimos meses Medina había ganado relevancia en ese entorno. Según testimonios, el "Gordo Samu" era un referente de un grupo que buscaba mayor control en el manejo del paravalanchas, lo que generó conflictos internos.

Este escenario de disputas internas también trajo a la memoria el intento de asesinato del líder de la barra de Central, Andrés "Pillín" Bracamonte, en agosto pasado, tras el clásico con Newell's. Algunas versiones no oficiales sugieren que el asesinato de Medina podría haber sido una represalia relacionada con estas luchas internas por el poder en la barra brava, aunque la Justicia no ha confirmado esta hipótesis.