Los usuarios residenciales enfrentarán un nuevo incremento en sus facturas de gas a partir de este mes. Según estimaciones de la distribuidora, el 75% de los hogares abonará entre $20.000 y $22.000, aunque el monto final dependerá de la categoría de segmentación energética (RASE).

En tanto, quienes residen en zonas alcanzadas por la Ley de Zona Fría pagarán en promedio alrededor de $15.000, ya que la normativa contempla un beneficio especial para regiones con mayor demanda energética en invierno.

Desde la compañía aclararon que, pese a que la suba rige desde octubre, su impacto será menor en los próximos meses debido a la reducción del consumo con la llegada del calor.

Con este esquema, el Gobierno busca equilibrar el costo del servicio con el sostenimiento de beneficios para los usuarios más afectados por las bajas temperaturas.

¿Por qué aumentan las tarifas?

El nuevo cuadro tarifario responde a la actualización de cuatro componentes:

  • Precio del gas en boca de pozo, definido por la Secretaría de Energía.
  • Transporte y distribución, ajustados por inflación y la sexta cuota de la Revisión Quinquenal de Tarifas.
  • Impuestos proporcionales, que se suman al servicio.
  • Cargo por Zona Fría, que sube un 0,2% y pasa a representar el 7% del componente de gas natural, destinado a sostener los subsidios de ese régimen.