Mediante el Decreto 699/2025, publicado este miércoles en el Boletín Oficial, el Ejecutivo decidió diferir hasta noviembre la actualización del impuesto sobre los combustibles líquidos (ICL) y del impuesto al dióxido de carbono para la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil.

La medida busca evitar que el aumento impacte en los surtidores y, por efecto dominó, en la inflación durante las semanas previas a las elecciones legislativas del 26 de octubre. Desde mediados de 2024, la administración de Javier Milei ha desdoblado en 16 oportunidades la actualización de estos tributos, con el objetivo de contener los precios y mantener un sendero fiscal sostenible.

El Gobierno justificó la decisión citando la necesidad de sostener la economía y limitar la presión sobre los precios, en un contexto marcado por la subida del dólar tras los comicios de la provincia de Buenos Aires.