El pasado 31 de julio, se inició el juicio oral por Keila Jhons, una joven menor de edad que fue sometida a una práctica de aborto por medio de ingesta de misoprostol en el hospital de El Maitén, en la provincia de Chubut.En Chubut, la jóven de 17 años, había asistido al hospital el día 1ero de Diciembre de 2015, en el lugar le suministraron misoprostol. La reacción al tratamiento abortivo no fue lo que se esperaba y días despúes comenzó una fuerte agonía provocado por la pastilla. Keila, regresó en varias ocasiones a ser atendida por fuertes dolores abdominales, pero la doctora le suministró paracetamol al diagnosticar gastroenterocolitis. Por la falta de atención especializada falleció el día 6 de diciembre con un embarazo interrumpido de 8 semanas.Pablo Fernández Álvarez, abogado de la Fundación “Más Vida”, forma parte de la querella en la causa caratulada como “aborto no punible, seguido de muerte”, comentó a Radio Red Fm 105.7 que “entre los laboratorios, las obras sociales, los directores de los hospitales y todos los que forman parte de esta cadena están haciendo un negocio multimillonario con nuestros chicos”.Esta problemática que afecta a la sociedad y más aún a las jóvenes sin excepción de clase social, hace necesaria la indispensable urgencia de informarse y concientizar a cerca de los riesgos físicos y psicológicos que con lleva tal práctica ilegal.