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Barreto fue asesinado por vender en "territorio prohibido": la Justicia dictó prisión para los responsables
El crimen, ocurrió el 30 de diciembre pasado en barrio San Sebastian de Puerto San Martín.
Editorial | 9/1/2025
El juez de San Lorenzo, Ariel Cattaneo, ordenó la prisión preventiva por el plazo máximo para Federico “Gordo” Pérez (34) y Miguel Ángel Farías, acusados de instigar el asesinato de Cristian Joel Barreto (31). El crimen, ocurrido el 30 de diciembre pasado en las afueras de Puerto General San Martín, está vinculado al control territorial de la venta de drogas, según reveló la investigación.
Barreto, un ex convicto que había salido de prisión semanas antes, había incursionado en la venta de estupefacientes, generando un conflicto de intereses con Pérez y Farías, quienes, según testigos, estaban habilitados por el grupo narco Los Monos para manejar la comercialización de cocaína en el barrio San Sebastián.
El fiscal Aquiles Balbis presentó pruebas contundentes contra los acusados, incluyendo el testimonio de un familiar de Barreto que recibió una amenaza directa de Farías el 29 de diciembre, un día antes del asesinato. “Barreto debe morir por vender en territorio prohibido”, fue el mensaje que anunció el desenlace fatal.
El 30 de diciembre, un sicario no identificado ejecutó la orden. En un pasillo cercano al kilómetro 336 de la Ruta 11, disparó alrededor de 15 tiros con una pistola nueve milímetros contra Barreto, quien en ese momento desmalezaba un terreno.
Sin embargo, el autor material cometió un error crucial: utilizó un Peugeot 208 rojo registrado a nombre de Federico Pérez. Una cámara de seguridad municipal captó el vehículo ingresando al barrio San Sebastián minutos antes del homicidio, a las 14:34.
Los “Gordos” y la conexión con Los Monos
La fiscalía expuso que Pérez y Farías, apodados “Los Gordos”, regenteaban un búnker de drogas en las calles Misiones y Cayetano Silva, en Puerto General San Martín, bajo la protección de Ariel “Guille” Cantero, líder de Los Monos. Este dato, sumado a las pruebas recolectadas, los coloca como responsables de la instigación del crimen de Barreto.
El historial delictivo de Pérez incluye allanamientos previos, como el realizado el 7 de noviembre en su domicilio de pasaje Calandrias, en Rosario. Aunque en esa ocasión no se encontraron drogas ni armas, la Policía de Investigaciones (PDI) registró la presencia del Peugeot 208 que luego sería clave en el caso.
El 2 de enero, la PDI ubicó el vehículo en el barrio Larrea, al noroeste de Rosario. Tras seguirlo hasta una rotonda cercana al Puente Rosario-Victoria, detuvieron a dos hombres: Adrián U. (47) y Mariano A. (44), quienes estaban encargados de descartar el auto. El teléfono de Adrián U. reveló comunicaciones con Pérez para coordinar la desaparición del vehículo. Ambos fueron acusados de encubrimiento agravado.
Por su parte, Farías fue detenido mientras circulaba en un Toyota Corolla por el Cordón Industrial. Pérez, tras dos allanamientos en la casa de sus padres, finalmente se entregó. Durante la segunda inspección, la policía encontró un arsenal oculto en un parrillero: dos revólveres, dos pistolas y una ametralladora casera. Esto derivó en nuevos cargos por tenencia ilegal de armas.