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Detienen a seis policías de la Brigada Motorizada por presunta connivencia con narcos
Las imputaciones en el legajo penal incluyen falsedad ideológica, falsificación de instrumento público, encubrimiento agravado, apremios ilegales, cohecho e incumplimiento de los deberes de funcionario público.
Editorial | 11/3/2025
Seis efectivos de la Brigada Motorizada fueron detenidos este lunes en el marco de una investigación sobre la presunta connivencia de uniformados con vendedores de droga en el norte de Rosario. La causa, encabezada por el fiscal provincial Pablo Socca, incluyó operativos llevados a cabo por la División Unidad Operativa de la Policía Federal y Asuntos Internos. Además de las detenciones, los investigadores secuestraron el libro de guardia de la Comisaría 10ª, cuyos jefes quedaron bajo sospecha de encubrimiento. También fue arrestado un civil.
Según informó Rosario3, la investigación se originó tras el peritaje al teléfono de Sandra Álvarez, una mujer de 44 años detenida a fines de noviembre en Castagnino al 1200, barrio Parque Casas. Álvarez, quien operaba junto a un hombre identificado como Cristian, alias "Culón", está en prisión preventiva desde el 12 de diciembre por comercialización de estupefacientes, según resolvió el juez Gonzalo Fernández Bussy. En esa misma audiencia también se imputó a Marcelo "Frentudo" Fernández, detenido por el mismo delito.
De acuerdo con fuentes de la investigación, "Frentudo" y el grupo de Álvarez mantenían disputas, y estos últimos habrían recurrido a policías para afectar a la competencia. La relación entre uniformados y vendedores de droga en la zona ya había sido denunciada en diciembre, cuando se reveló la existencia de una "mano negra" policial que alertaba sobre operativos inminentes. En ese informe se describió cómo el barrio Parque Casas estaba dominado por el narcomenudeo, con la presencia de "soldaditos", "búhos" (vigías que avisan sobre la presencia policial), filas de compradores y consumidores en las esquinas.
Uno de los focos de la causa es J. S., un policía motorizado que, tras ser allanado, se presentó en la sede de Asuntos Internos. Se investiga si él y otros efectivos participaron en procedimientos irregulares o sin respaldo legal.
Las imputaciones en el legajo penal incluyen falsedad ideológica, falsificación de instrumento público, encubrimiento agravado, apremios ilegales, cohecho e incumplimiento de los deberes de funcionario público.
También se puso bajo la lupa a la Comisaría 10ª, una de las principales dependencias policiales del norte rosarino, que actúa como nexo con la Justicia en numerosos procedimientos. Aunque sus jefes no fueron detenidos, se les inició una causa por presunto encubrimiento, desobediencia judicial e incumplimiento de los deberes de funcionario público.
La investigación sigue en curso, y las autoridades buscan determinar el alcance de la presunta red de complicidad entre agentes de seguridad y el narcotrafico en la zona.