Un grave accidente ocurrido el lunes pasado durante una cesárea en el hospital Granaderos a Caballo de San Lorenzo generó conmoción y volvió a poner al centro de salud en el foco de la discusión pública. Una recién nacida sufrió una quemadura severa cuando un bisturí eléctrico encendido fue apoyado accidentalmente sobre su pierna. Su madre, Diana, también resultó herida.

El hecho ocurrió cuando los médicos realizaban una cesárea programada. Según relataron fuentes del hospital, al momento de extraer a la bebé y apoyarla sobre la pierna de su madre, esta comenzó a sentir olor a quemado. Fue entonces cuando notaron que un profesional había dejado encendido el electrobisturí, lo que provocó lesiones en ambas pacientes.

Ante la gravedad del cuadro, tanto la madre como la recién nacida fueron derivadas a un hospital de mayor complejidad.

El director del hospital, Eduardo Ros, calificó lo sucedido como un "accidente hospitalario". En declaraciones a la prensa, explicó: “El profesional se dirigió a los padres para explicar lo ocurrido. Dada la lesión, y al tratarse de un neonato, se decidió derivarlas inmediatamente. No soy quien para juzgar si se trató de una mala praxis. Creo que fue un accidente. Todos los profesionales estaban consternados, acompañando a la mamá y a la bebé, y estamos a disposición de la familia para lo que necesiten”.

Ross agregó que “ningún médico busca que esto suceda, pero lamentablemente fue un incidente” y remarcó que el hospital activó los procedimientos administrativos correspondientes en caso de que la familia decida presentar una denuncia, como está en su derecho.

Otros episodios bajo la lupa
En los últimos meses, el hospital Granaderos a Caballo fue escenario de otros episodios polémicos. Entre ellos, las quemas ocurridas dentro del predio, cuyos responsables aún no fueron identificados, y el caso de un hombre que falleció tras ser presuntamente mal diagnosticado con peritonitis.

Consultado por este último caso, Ros señaló: “El lunes comenzamos las evaluaciones administrativas para revisar la situación. Hablé con los profesionales y revisé la historia clínica. Por lo que se desprende, no presentaba inicialmente características claras de peritonitis”.

Sobre los cuestionamientos hacia su gestión y posibles intereses políticos detrás de la repercusión mediática, el director fue categórico: “Me parece indigno que actores políticos utilicen estas situaciones con fines partidarios en lugar de aportar propuestas para mejorar la salud en la ciudad. Espero que se encuentre al responsable de las quemas que sufrimos en el hospital”.

Respecto a la situación actual del centro médico, Ros explicó que el hospital enfrenta una demanda creciente debido a la pérdida de coberturas de obras sociales, aunque aseguró: “Por el momento estamos bien. Tenemos recursos y seguimos dando respuestas, dentro del nivel que corresponde a un hospital de segundo nivel”.

Finalmente, descartó rumores sobre su posible renuncia: “Muchos me lo preguntaron, pero la verdad es que no pienso hacerlo”.