Hay obras en nuestra provincia que no se pueden disfrutar en su plenitud. En la gestión de Omar Perotti, una de las pocas destacadas de sus cuatro años de Gobernador, es la iluminación en la Autopista Rosario-Santa Fe, desde el Kilómetro 0 hasta el 16, a la altura de Puerto General San Martín.

Pero luego de su inauguración, que fue hace un año y medio atrás, en muy pocas ocasiones se pudo ver todas las columnas encendidas a lo largo del trayecto mencionado. En forma permanente sufre el vandalismo de algunas personas que se dedican a robar los cables y venderlos a chatarreros que compran este tipo de materiales.

A los responsables provinciales se les hace casi imposible poder reemplazar en forma inmediata el robo de los mismos, por el tiempo que lleva y el costo económico.  En la avenida 25 de Mayo, conocida como Avenida Circunvalación  (pertenece a Nación su mantenimiento) ocurre exactamente lo mismo.

Su extensión es de 30 km y atraviesa la periferia de Rosario, permitiendo bordear el casco urbano en menos de 15 minutos.  Desde hace muchos años está totalmente iluminada pero en distintos sectores del recorrido también se roban los cables, dejando varios kilómetros en una oscuridad total y donde se producen hechos delictivos.

Aunque las autoridades han intensificado el control y el robo de cables ha bajado un 30 por ciento, el problema sigue siendo un desafío para Rosario y sus autoridades.  El director de Seguridad Vial de Santa Fe, Carlos Torres, contó en este medio sobre “los trabajos que se realizaron para reponer los cables robados y los radares vandalizados que están en Circunvalación”.

Tendrán que seguir trabajando con este problema puntual tanto en la autopista como en la arteria circunvalar para que se terminen definitivamente los saqueos de los sistemas de iluminación.