El incidente ocurrió ayer a las 20:15 en una vivienda situada en la intersección de Avenida Segui y Roullión. La madre del pequeño, Melisa R., de 38 años, realizó un llamado de emergencia para informar que su hijo de 3 años, mostraba signos de haberse atragantado.

Los agentes de la compañía Bravo respondieron rápidamente al llamado y llegaron al domicilio en cuestión de minutos. Al llegar, el niño presentaba dificultades respiratorias. Sin perder tiempo, los efectivos cargaron a Melisa y a su hijo en el vehículo policial y se dirigieron al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca), mientras realizaban maniobras de auxilio.

Los policías lograron que el niño expulsara el caramelo que le obstruía la garganta, evitando así una tragedia inminente. Una vez en el Heca, los médicos diagnosticaron al niño con una obstrucción en la vía respiratoria, pero tras ser estabilizado, su vida ya no corría peligro.