El ministro de Educación, José Goity, confirmó que los teléfonos quedarán fuera de las aulas en el nivel primario. En secundaria, en cambio, se analiza un uso restringido con fines pedagógicos y bajo supervisión docente.

La ley provincial 12.686 ya prohibía celulares en las escuelas desde 2006, aunque con cumplimiento desigual. Ante ese escenario, varios colegios implementaron sus propios protocolos: desde guardarlos en gabinetes hasta restringirlos en los acuerdos de convivencia.

Goity señaló que los adolescentes cuentan con mayor autonomía, lo que permitiría excepciones: “El celular puede ser una herramienta si se integra a proyectos educativos y con control docente”.

El debate también se alimenta de nuevas problemáticas, como las apuestas en línea detectadas dentro de colegios.

Más allá de la medida, el ministro destacó que Santa Fe alcanzará este año 185 días efectivos de clases, un récord en el país.