El adolescente de 14 años acusado del asesinato de su amigo Joaquín Sperani, también de 14 años, en la localidad cordobesa de Laboulaye, ha admitido su responsabilidad ante las autoridades judiciales. Según fuentes vinculadas al caso, el joven declaró haber actuado solo durante el trágico incidente y afirmó que no tenía la intención de matar a su compañero.

El informante reveló que el acusado brindó un relato detallado de los hechos, en el que reconoció haber participado en el acto violento que condujo a la muerte de Joaquín. Según el testimonio del joven, todo ocurrió a raíz de una fuerte discusión entre ambos, en la que, en un momento de ira, tomó un objeto contundente y golpeó a su amigo en la cabeza.

Las imágenes de tres cámaras de seguridad ubicadas en la zona han sido clave para la reconstrucción de los hechos. Según las grabaciones, se pudo observar a los dos jóvenes ingresando a un baldío, pero solo el acusado salió del lugar por sí mismo.

Según los primeros resultados de los estudios psicológicos a los que fue sometido, el joven tiene discernimiento y es consciente de sus acciones, pero tal vez aún no ha comprendido completamente las consecuencias devastadoras que su acto ha causado. El informante destacó que el adolescente no tiene un historial previo de conductas violentas y que además se encuentra desescolarizado, lo que también será considerado en el proceso judicial.

Aunque el joven es considerado inimputable, el magistrado a cargo del caso deberá llevar a cabo una minuciosa investigación para determinar el futuro del menor. Previo a ello, los resultados de los estudios sociopsicológicos serán determinantes para decidir si el adolescente permanecerá encerrado o si será reinsertado en un programa tutelar.

El crimen de Joaquín ocurrió el 29 de junio pasado, poco después de que desapareciera tras dirigirse a la escuela Ipem Nº 278 "Malvinas Argentinas" de Laboulaye, donde fue visto por última vez acompañado por el ahora acusado. Después de la desaparición, los padres de Joaquín presentaron una denuncia y se inició una intensa búsqueda que concluyó con el hallazgo del cuerpo del joven en una vivienda abandonada a 100 metros de la escuela. La autopsia reveló que Joaquín sufrió múltiples golpes en la cabeza que le provocaron un grave traumatismo craneoencefálico y causaron su fallecimiento.