A partir de este miércoles, las empresas ya no están obligadas a realizar aportes o contribuciones compulsivas a las cámaras patronales, independientemente de su afiliación. La medida fue establecida mediante el Decreto 149/2025, publicado en el Boletín Oficial con la firma del presidente Javier Milei y del ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger.

El decreto modifica la interpretación de la normativa vigente y establece que, en adelante, estos aportes serán voluntarios. Según fuentes oficiales, algunos convenios colectivos de trabajo estipulaban contribuciones obligatorias a favor de cámaras empresariales signatarias, aun cuando las empresas no estuvieran asociadas a ellas. El Gobierno consideró que esta práctica surgía de una "interpretación exagerada" de la Ley 14.250, que regula los Convenios Colectivos de Trabajo (CCT).

En el documento oficial, el Ejecutivo argumentó que no existe un fundamento normativo que justifique el cobro obligatorio de estos aportes. En consecuencia, las empresas podrán decidir libremente si desean continuar financiando a estas entidades.

Uno de los sectores más afectados por esta decisión es el comercio. Según estimaciones oficiales, el sector mercantil, con aproximadamente 1,2 millones de trabajadores, destinaba cerca de 6.000 millones de pesos mensuales a estos aportes, equivalentes al 0,5% del salario de cada empleado. Estos fondos eran recaudados por la Cámara Argentina de Comercio (CAC) y la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME) para actividades de capacitación.