El asesinato de Kim Gómez, la nena de siete años que murió tras un violento asalto en La Plata, generó un fuerte impacto en la sociedad y desató una serie de declaraciones cruzadas entre el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, y el presidente de la Nación, Javier Milei.
En medio del dolor y la indignación, Kicillof exigió que la Justicia actúe con "todo rigor" y cuestionó a quienes, según él, "aprovechan la tragedia para sacar ventaja electoral". Además, instó al Gobierno nacional a trabajar "en conjunto con seriedad" en materia de seguridad y Justicia.
La respuesta de Milei no tardó en llegar y fue contundente. A través de sus redes sociales, el presidente rechazó cualquier posibilidad de cooperación con el mandatario provincial y le pidió la renuncia. "Gobernador, en primer lugar, quiero señalarle que no se puede trabajar con alguien como usted", escribió Milei, y agregó: "Usted cree que los delincuentes son las víctimas, mientras nosotros creemos que los delincuentes son los malos y el que las hace, las paga".
Milei también cuestionó el enfoque en seguridad del gobernador bonaerense y lo acusó de adherir a una "doctrina prodelincuentes" con raíces en el pensamiento del jurista Eugenio Zaffaroni. En ese sentido, propuso que el Gobierno nacional intervenga en la provincia de Buenos Aires para frenar la ola de violencia y aseguró que, en un año, su administración podría resolver el problema de la inseguridad.
"Dado que la Provincia es un baño de sangre, y nuestra visión sobre cómo afrontar el problema es tan distinta y usted claramente no puede resolverlo, si le interesa el bienestar de los bonaerenses, córrase del camino (esto es, renuncie) y déjenos intervenir la Provincia", sostuvo el mandatario nacional.
El cruce entre ambas figuras se produce en un contexto de alta sensibilidad social por el crimen de la menor y pone en evidencia las profundas diferencias entre la administración nacional y provincial en torno a la seguridad y el rol del Estado en la lucha contra el delito.
EL CASO
El crimen ocurrió el martes en horas de la noche, cuando dos delincuentes, de 17 y 14 años, robaron un Fiat Palio rojo, en el que se trasladaban Kim y su madre. La mujer logró escapar, mientras que la menor quedó dentro del vehículo. Estaba en el asiento del acompañante y con el cinturón de seguridad puesto. Según pudieron reconstruir los investigadores, testigos afirmaron que vieron cómo los ladrones intentaron arrojarla por la ventanilla del auto.
Uno de los delincuentes había sido detenido hace casi un mes, pero fue liberado al poco tiempo por tratarse de un menor de edad.
Así, la niña quedó enganchada y fue arrastrada a toda velocidad durante 15 cuadras. El vehículo impactó contra un poste de luz y los ladrones escaparon. El cuerpo de Kim quedó debajo del Fiat Palio rojo de su mamá.