El Vaticano ha anunciado que este 25 de diciembre la tradicional celebración de la Navidad será sustituida por la denominada "Fiesta de la Paz". Impulsada por el Papa Francisco, esta iniciativa busca centralizar los esfuerzos de la Iglesia Católica en la promoción de la paz mundial.

La medida está en sintonía con el mensaje navideño de 2022, cuando el Pontífice instó a los fieles a contemplar el verdadero sentido de la Navidad como un llamado a la paz. En aquella ocasión, el Papa expresó: "Si queremos que sea Navidad, la Navidad de Jesús y de la paz, contemplemos a Belén y fijemos la mirada en el rostro del Niño que nos ha nacido".

La "Fiesta de la Paz" conservará la fecha tradicional del 25 de diciembre, pero su enfoque será distinto. Las actividades litúrgicas y ceremoniales estarán dedicadas a la reflexión sobre la paz y la reconciliación, con énfasis en la resolución de conflictos y el fomento de la armonía entre las naciones.

El Papa Francisco presidirá una misa especial en la Basílica de San Pedro, donde se espera que renueve su llamado a la unidad y al diálogo entre culturas, religiones y líderes políticos. También se han programado vigilias de oración y encuentros ecuménicos.


La decisión ha generado diversas reacciones. Muchos fieles y organizaciones internacionales han elogiado la iniciativa, considerándola un acto de valentía que refleja el papel de la Iglesia como promotora de la paz en tiempos de incertidumbre global.

No obstante, hay quienes han mostrado su desacuerdo. Algunos fieles temen que reemplazar la denominación de la Navidad pueda generar confusión y diluir el significado original de la celebración. Argumentan que la Navidad, por su propia naturaleza, ya es un mensaje de paz y reconciliación.