A medida que Estados Unidos se acerca a sus elecciones presidenciales, el resultado no solo afectará a su propio pueblo, sino también a millones en todo el mundo, especialmente en Latinoamérica. Un tema clave es el debate sobre la Ideología de Género y los derechos de los niños, donde el próximo presidente decidirá si continuará promoviendo estas políticas o defenderá los valores tradicionales que han sostenido a muchas sociedades.

Entre 2019 y 2023, Estados Unidos ha liderado en la aplicación de tratamientos relacionados con el cambio de sexo en menores, incluyendo bloqueadores de pubertad, terapias hormonales y cirugías, generando preocupaciones sobre los riesgos a largo plazo, como osteoporosis, infertilidad y tratamientos de por vida.

Kamala Harris, actual vicepresidenta, apoya estas políticas y el aborto, viéndolos como derechos humanos esenciales. Su postura refleja un gobierno que impacta directamente en la vida de miles de niños, generando incertidumbre para quienes defienden el desarrollo biológico natural de los menores.

Por otro lado, Donald Trump se ha posicionado como defensor de la vida y la familia, oponiéndose firmemente a la implementación de políticas de género en menores. Ha prometido revocar cualquier legislación que permita intervenciones médicas sin considerar el desarrollo integral de los niños.

La comunidad latina en Estados Unidos, con millones de evangélicos y protestantes, enfrenta una decisión importante: apoyar un gobierno que, según algunos, amenaza la vida y la familia, o respaldar un liderazgo que defiende los valores tradicionales.

El 5 de noviembre será crucial para definir el futuro de Estados Unidos y su influencia en Latinoamérica. La elección entre libertad y verdad, o la continuidad de la ideología de género, tendrá implicaciones profundas para las familias y los valores de nuestras sociedades.

Ezequiel Torres - Espacio político Inspirar y Nuevas Ideas