En Argentina, la normativa nacional vigente establece que el saldo para viajes de emergencia debería cubrir hasta cuatro pasajes. Sin embargo, en términos monetarios, el máximo que puede cubrir la tarjeta Sube es de $480. Con el valor actual del pasaje de San Lorenzo a Rosado fijado en $2500/$2800, ese monto no alcanza para cubrir ni la mitad de un viaje.

Además, el tope máximo de recarga de la tarjeta Sube es otro problema. Actualmente, un usuario puede acreditar hasta $9.900 en su tarjeta. Para quienes utilizan el Transporte Urbano de Pasajeros para ir y volver del trabajo, esta cantidad se agota como mínimo una vez por semana.

La situación es aún más complicada para quienes utilizan el transporte interurbano, donde los costos son significativamente más altos y la necesidad de recarga es más frecuente. Algunos boletos interurbanos superan los $4.500, lo que significa que el tope máximo de carga no les garantiza siquiera un viaje de ida y vuelta.

Además, los problemas para encontrar puntos de recarga de la Sube agravan la situación. Muchos usuarios frecuentes han optado por utilizar dos tarjetas para garantizar poder pagar el viaje de ida y vuelta sin tener que recargar crédito en medio del trayecto.

Desde la oficina nacional, explicaron que han derivado la consulta a Nación Servicios, la empresa que opera el sistema Sube. Desde esta compañía estatal, confirmaron la existencia de un problema técnico. “Nación Servicios informó que las tarjetas del Sistema Único de Boleto Electrónico (Sube), actualmente no cuentan con capacidad interna lógica suficiente para el almacenamiento del saldo negativo que se produzca en virtud de las tarifas establecidas”, explicaron. “De manera que técnicamente no resulta posible cumplir con el monto de crédito de recarga instantánea”.