Argentina registró un superávit fiscal de $310.726 millones en febrero

El gobierno de Javier Milei alcanzó en febrero un superávit fiscal de $310.726 millones, impulsado por el aumento de la recaudación tributaria y la reducción del gasto público. Se trata del segundo mes consecutivo con saldo positivo en las cuentas públicas, consolidando la estrategia oficial de equilibrio fiscal.

De acuerdo con el informe del Ministerio de Economía, el Sector Público Nacional (SPN) registró un superávit primario de $1.176.915 millones y un superávit financiero de $310.726 millones, lo que equivale al 0,5% y 0,1% del Producto Interno Bruto (PIB), respectivamente.

Este desempeño responde principalmente al crecimiento de la recaudación, que mostró un incremento del 75,8% interanual, y a un control del gasto que permitió compensar el alza en prestaciones sociales y transferencias corrientes.

Los ingresos totales del Estado ascendieron a $9.732.768 millones, con un crecimiento interanual del 75,8%. Los recursos tributarios aumentaron un 81,6%, destacándose:

Impuesto a las Ganancias: +121,8%

Aportes y Contribuciones a la Seguridad Social: +120%

Derechos de Importación: +103,9%

Derechos de Exportación: +99,2%

Impuesto a los Débitos y Créditos: +74,4%

IVA neto de reintegros: +71,1%

Por otro lado, los gastos primarios alcanzaron los $8.555.853 millones, con un incremento del 98,8% interanual. Entre las principales partidas, se destacan:

Prestaciones de Seguridad Social: $5.833.982 millones (+118,8%)

Remuneraciones: $1.209.045 millones (+55%)

Transferencias corrientes: $2.805.438 millones (+83,4%)

Al sector privado: $2.251.372 millones (+67,4%)

Al sector público: $524.838 millones (+184,9%)

Política fiscal y reducción del gasto

El ministro de Economía, Luis Caputo, destacó que estos resultados reflejan la política de ordenamiento fiscal impulsada por el gobierno. "El equilibrio de las cuentas públicas es clave para generar confianza, estabilidad y mejorar las condiciones económicas a largo plazo", sostuvo.

Uno de los pilares para alcanzar este superávit ha sido la reducción de subsidios estatales, especialmente en energía y transporte. Estas medidas permitieron una mayor eficiencia en el gasto público, aunque también generaron reclamos y protestas de sectores afectados.