Una discusión menor en la puerta de un restaurante en Mendoza terminó en una violentísima pelea, cuando clientes y empleados de varios negocios comenzaron a trenzarse a las piñas, revolearse sillas y chocar con la policía.


Ocurrió en la calle Arístides, entre Belgrano y Rodríguez, un punto gastronómico de la capital mendocina que estaba concurrido de gente durante la noche del domingo cuando se disparó la discusión.

Según el parte policial, difundido por la prensa local, hubo una sucesión de peleas que arrancó en el local “La Doña”, donde una mujer ingresó pidiendo dinero mientras los clientes se encontraban cenando. Los empleados le pidieron que se retirara y la mujer habría escupido al personal, lo que dio paso a otra discusión más acalorada.

En ese momento, personas de uno de los negocios vecinos se acercaron y comenzó una pelea entre clientes, personal de ambos locales y personas que pasaban por el lugar. Fue una escena violenta, donde comenzaron a volar sillas, botellas y piñas. Hubo destrucción de vidrieras, mesas. La policía intentó poner orden, pero debieron llamar refuerzos ante la situación desbordada.

Fabián, encargado del local donde comenzó la pelea, contó lo ocurrido a un medio local: “Es lamentable. Lo que pasa es que hay muchísima gente que sale a pedir y algunos de ellos también salen a robar. En la última hora de la noche, cuando había gente cenando todavía en uno de nuestros locales, ingresa una persona femenina a tomar contacto con la gente que estaba comiendo”.

“El encargado decide pedirle que ‘por favor’ se retire. Cuando sale a la vereda, esta señora empieza a gritar como que la están maltratando y ahí se suman tres personas que no conocemos, que no tienen nada que ver con la situación, a decirle al encargado que por qué estaba maltratando a la persona”, siguió relatando.

“Toman contacto con el encargado y lo quieren golpear. La gente que estaba comiendo y los empleados salen en defensa del encargado del local, porque era injusto lo que estaba pasando”, continuó con el relato.

Sin embargo, todavía faltaba lo peor. “Estas personas se cruzan a un local de enfrente y traen a unas 15, 20 personas que tampoco tienen que ver con la situación. Cuando llegan estas personas empiezan a atentar contra nuestro local, tirando sillas y queriendo golpear al personal”, contó Fabián.

Con la situación descontrolada, llegó la policía a tratar de poner orden. “Uno de los primeros patrulleros que llega está viendo la situación y tienden a agarrar a dos personas y se le escapan. Vinieron como cinco patrulleros, pero no fueron capaces de detenerlos. Dijeron que no había una orden para detener a nadie, lo único que hicieron fue tomarle los datos”.

A partir de la situación, los comerciantes de la zona pidieron mejores medidas para combatir la inseguridad que afecta al principal polo gastronómico de la ciudad.