El grupo argentino Grassi busca respaldo de la multinacional Cargill para presentar una oferta que permita reestructurar la deuda y adquirir activos estratégicos de la empresa agroindustrial.

La empresa Vicentin, que supo ser una de las principales del sector agroindustrial argentino, sigue en el centro de negociaciones para su adquisición. Uno de los actores interesados es el grupo rosarino Grassi, que ya presentó una propuesta para saldar deudas con otros acreedores.

Para fortalecer su oferta, Grassi mantiene conversaciones con Cargill, multinacional que podría aportar respaldo financiero y expertise en operaciones de crushing y exportación.

En los próximos días se podrán presentar oficialmente las ofertas para reestructurar la deuda no garantizada de 1.300 millones de dólares y definir planes de adquisición. Otros interesados en Vicentin son Bunge, Dreyfus y Molinos Agro.

El juez de la causa, Fabián Lorenzini, ya recibió un análisis de valuación independiente que determinó un patrimonio neto negativo cercano a los 1.000 millones de dólares. Al 30 de abril de 2025, Vicentin presentaba activos por 522 millones de dólares frente a pasivos de 1.275 millones, lo que genera un déficit de 752 millones de dólares.