Después de más de nueve meses de intensas negociaciones y modificaciones, el Senado ha dado un paso crucial en la implementación de la Boleta Única de Papel (BUP). La Cámara Alta aprobó el proyecto con ciertos cambios, enviándolo nuevamente a la Cámara de Diputados para su revisión final. La decisión ahora recae en Diputados, que deben actuar rápidamente para evitar complicaciones en los plazos electorales del próximo año.
En la sesión de anoche, el proyecto recibió 39 votos a favor y 30 en contra, reflejando un avance parcial para el oficialismo y los sectores de la oposición dispuestos al diálogo. Este resultado representa un pequeño triunfo para la vicepresidente y presidente del Senado, Victoria Villarruel, quien se enfrentó a una sesión particularmente delicada.
El modelo de Boleta Única aprobado es el propuesto por Mendoza, inspirado en el sistema de Córdoba. Ambos modelos utilizan una sola papeleta para todos los cargos, pero el mendocino ha sido preferido por su mayor adaptabilidad. La papeleta mendocina presentará los cargos en el margen izquierdo de forma horizontal, mientras que los partidos y alianzas estarán dispuestos en filas verticales.
Además de la reforma en el sistema de votación, se han aprobado cambios en los plazos electorales. Las campañas electorales se extenderán de 50 a 60 días, la presentación de listas se adelantará a 70 días antes de las PASO, en lugar de 50, y la formación de alianzas se deberá realizar 80 días antes de los comicios, en lugar de 60.
Si la Cámara de Diputados no aprueba la ley antes de finales de febrero, el texto perderá estado parlamentario, lo que significaría que la decisión del Senado queda sin efecto.