Dos adolescentes de 14 y 16 años se entregaron a la Policía de Mendoza tras cometer el crimen de la pareja de su madre, en medio de un episodio de violencia de género. Joaquín Osvaldo Soto fue apuñalado en varias partes de su cuerpo y, a pesar de los esfuerzos médicos, falleció a las pocas horas de haber sido intervenido.

Según las primeras investigaciones, la pelea comenzó dentro del domicilio y se trasladó hacia la vereda, donde se produjo el ataque fatal. Los adolescentes, cuyas edades no trascendieron, habrían reaccionado tras presenciar un nuevo episodio de violencia ejercido por Soto hacia su pareja. La víctima habria llegado borracho y agredido a la mujer mientras dormia. 

La víctima fue herida en el cuello, la región dorsal y el abdomen. Gravemente lesionado, fue trasladado en una motocicleta hasta un centro de salud, donde los médicos debieron solicitar presencia policial para poder asistirlo debido al estado de alteración que presentaba. A pesar de los esfuerzos médicos, falleció durante la madrugada.

FALSA IDENTIDAD

Con el paso de las horas, surgieron nuevos datos sobre la identidad del fallecido. Soto arrastraba un extenso historial delictivo y, de hecho, utilizaba una identidad falsa. Su verdadero nombre sería David Lescano, un hombre oriundo de Tucumán que se habría refugiado en Mendoza hace más de una década.

Entre los antecedentes que pesaban sobre él figuran causas por dos homicidios, robo agravado, delitos vinculados al narcomenudeo, evasión y otras infracciones cometidas entre 2012 y 2018. Incluso, su pareja había denunciado situaciones de violencia de género, presunto desencadenante del trágico desenlace.

Con el nombre apócrifo, Lescano fue condenado en Mendoza por homicidio simple y otros delitos, y estuvo alojado en el Servicio Penitenciario Provincial sin que se detectara su verdadera identidad.