Un violento episodio en la Hidrovía Paraná-Paraguay volvió a encender las alarmas sobre la seguridad fluvial. Durante la madrugada del 1° de octubre, un grupo de hombres armados atacó el buque “Rosa”, de bandera paraguaya, que transportaba más de 2.600 toneladas de carga rumbo a Asunción.
Los asaltantes abordaron la embarcación a la altura de San Nicolás, robaron una motobomba y herramientas, y luego escaparon en una lancha roja y amarilla. Los tripulantes encendieron luces y sirenas para ahuyentarlos, evitando enfrentamientos y sin registrar heridos.
Tras el ataque, empresas navieras paraguayas renovaron su reclamo a las autoridades de ambos países para reforzar los patrullajes y controles en los tramos más transitados del Paraná. Advirtieron que la inseguridad en la vía fluvial amenaza una ruta clave para el comercio regional entre Argentina, Paraguay y Brasil.