El fin de semana pasado el tuitero mileísta lanzó la agrupación libertaria "Las Fuerzas Del Cielo". Allí reconocía que son "el brazo armado" del presidente. En el mismo video aclaraba que se trataba de una metáfora y que el arma más poderosa inventada es el celular, eso fue recortada del video que se viralizó.
Los diputados santafesinos Esteban Paulon y Mónica Fein aprovecharon para hacer mella en el espacio liberal y denunciaron penalmente a Daniel Parisini por "incitación a la violencia".
Esta columna se detendrá en Paulón. Omitirá por el momento a Fein.
El socialista promulgó y aplicó el cambio de sexo en niños y adolescentes en la provincia de Santa Fe y ahora se escandaliza por los dichos de unos pibes en Buenos Aires.
Los reclamos hacia discursos de sectores libertarios son irrelevantes frente al daño profundo que las políticas de género han causado en nuestra sociedad impulsadas por el gobierno socialista, peronista y el actual de Pullaro. La manipulación de niños y adolescentes para satisfacer una agenda ideológica es el verdadero crimen que debe ser señalado y repudiado.
Esteban Paulón, ex Subsecretario de Políticas de Diversidad Sexual en Santa Fe y actual figura de la política socialista. Bajo su dirección, se implementaron iniciativas que, lejos de ser inclusivas y progresistas, sembraron confusión e incertidumbre en niños y adolescentes, destruyendo los pilares fundamentales de la familia y poniendo en riesgo el futuro de nuestra sociedad.
Las políticas de género impulsó abrieron la puerta a cambios de identidad sexual en menores y también fomentaron procesos de transición médica (bloqueadores puberales, hormonización contra natura y probablemente también intervenciones quirúrgicas). Estas medidas, disfrazadas de derechos, implicaron intervenciones físicas y psicológicas en niños que aún no poseen la madurez para tomar decisiones tan trascendentales. Promover este tipo de acciones bajo la bandera de la inclusión y abusando de la estructura del Estado es una forma de destrucción sistemática de la infancia y la adolescencia.