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REFORMA CONSTITUCIONAL EN SANTA FE: Fuertes críticas desde la oposición
Los bloques de Somos Vida y Libertad por un lado y La Libertad Avanza por el otro, expusieron sus miradas en torno a la misma y cuestionaron tanto al Gobierno como incluso al peronismo.
| 11/9/2025
Ayer fue aprobada la Reforma Constitucional en la Provincia de Santa Fe, que contó con la aprobación de Unidos y del bloque peronista. Quienes levantaron la voz opositora fueron los bloques de Somos Vida y Libertad por un lado y La Libertad Avanza por el otro.
Amalia Granata sostuvo que la reforma fue hecha “de espaldas a la sociedad” y denunció que afuera de la Legislatura “a la gente no le importa ni sabe lo que estamos discutiendo”. “Las verdaderas deudas con la democracia son el agua potable, el gas, las cloacas, las rutas, la infraestructura escolar, la pobreza, la seguridad, el narcotráfico, las adicciones, los jubilados y las personas con discapacidad”, señaló.
También del bloque Somos Vida y Libertad, Juan Argañaraz, expresó: “Se pactó no tocar artículos claves como el de la bicameral. En educación, se olvidaron de la familia, primer agente natural en la crianza y formación de los hijos. Tampoco se habló de un sueldo digno para los docentes, que hoy están maltratados y cobran salarios por el piso”.
Respecto a los límites al poder, indicó: “Parece que se olvidaron de limitar al gobernador. Esta fue una reforma de la política para la política”.
En tanto desde La Libertad Avanza, Juan Pedro Aleart dijo: “Yo creo que han estado más unidos que nunca en esta Convención Constituyente. Por eso me parece insólito escuchar a algunos convencionales decir que discrepan con el gobernador, cuando le han votado absolutamente o casi todo a favor (en referencia al peronismo)”.
Planteó que se perdió la esencia de la Constitución: “El origen de toda constitución es ponerle límites al poder. Y aquí no se han puesto límites, se le ha dado más poder al poder. No hay límites tributarios, no hay límites para crear o aumentar impuestos o tasas. Y se incorporó, entre comillas, un ‘derecho a la ciudad’ que, más allá de las discusiones sobre sus bases ideológicas, en la práctica cristaliza un nuevo impuesto: protege al gravamen de plusvalía inmobiliaria en lugar de proteger al ciudadano”.