Mientras muchos gobiernos solo debaten, en Estados Unidos se toman decisiones concretas. Donald Trump firmó un decreto que prohíbe la mutilación química y quirúrgica en niños, una medida que pone un freno a la ideología de género que avanza sin límites. Es un claro mensaje: la infancia no se toca y no se juega con la salud de los más vulnerables.
En Argentina, sin embargo, el gobierno sigue sin animarse a tomar medidas firmes contra esta agenda. Mientras se priorizan discursos progresistas, se deja de lado la protección del niño y el derecho de los padres a decidir con responsabilidad. Necesitamos líderes valientes que defiendan la verdad con hechos, no solo con palabras.
Es momento de actuar. No basta con denunciar lo que está mal, hay que dar la batalla cultural y política con determinación. Argentina debe seguir el ejemplo de quienes ponen límites claros y defienden la infancia con políticas concretas. ¡Basta de ideologías impuestas, es hora de gobernar con convicción!